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ADN • 21 marzo 2021

Ser hincha y el orgullo de pintar uno de los murales de UNO

Nicolás Villarreal vive en Estados Unidos y fue uno de los creadores y hacedores de la artística que llevan las paredes de nuestra nueva casa.
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Nicolás Villarreal tiene 43 años, es platense y hace 21 que vive en San Francisco (Estados Unidos). Fanático de Estudiantes, es director de animación, cine y también de desarrollo visual.

Trabajó para Walt Disney Studios, Sony Computer Entertainment, Jim Henson Studios y otras grandes compañías. Entre sus trabajos destacados están los cortos Pasteurized y Nieta, que fueron proyectados en el Festival de Cine de Cannes. Es cofundador de Red Clover Studios, donde por estos días se encuentra desarrollando su primera película "The Aces".

Pero sin dudas, su mayor orgullo está en las entrañas de UNO, donde dejó su firma en uno de los murales que visten nuestra casa. Nico, nos cuenta su historia de amor por el Pincha.

DE ESTUDIANTES DESDE QUE TIENE USO DE RAZÓN 

Los primeros años de vida lo marcaron a fuego con el ADN rojo y blanco. La vieja platea techada de 115 fue su cuna, donde forjó los lazos iniciales con el club: "Soy de Estudiantes desde que tengo uso de razón y me hice por mi abuelo Alfred, que me llevó a la cancha desde chico con mi abuela, los dos fanáticos a muerte. Yo tendría 3 o 4 años y me acuerdo que juntaba papelitos en la techada porque el partido no lo miraba, era muy chico. La sensación la tengo como si fuera hoy, como flashes de película".

 

UNA ACTITUD COMO ENSEÑANZA

"Uno de los goles que más grité en mi vida fue uno del Ruso Prátola contra Los Andes, en el Nacional "B", de penal. Era un partido dificilísimo. No podíamos meter un gol y era fundamental ganar ese partido. Fue sobre la hora", recuerda Nicolás.

"Odie qué nos hayamos ido a la B, pero ver a Estudiantes volver a primera tan rápido fue una enseñanza de actitud y un sello que me quedó. Por la edad, capaz que no entendí completamente como lo habían encarado ese partido, pero era el sentimiento".

Hay una frase que marcó y marca la vida de este hincha orgulloso de su ADN albirrojo: "Sin pausa pero sin prisa" y explicá por qué. "Siempre fui ansioso, lo único que me calma es dibujar y pintar. He aplicado esa frase al trabajo desde los 18 años. Siempre me pareció que el trabajo es muy importante, por la enseñanza de mi familia".

"Cuando estaba haciendo mi primer corto, Pasteurizado, allá entre 2008 y 2010, era profesor en la Universidad acá en san Francisco, trabajaba para Disney diseñando personajes y también estaba de Director de arte en un estudio. Me había costado tanto llegar a Disney y ser profesor que no le decía que no a nada, pero también quería también hacer mi corto. Tenía dos recreos de 15 minutos en el día, entre mis clases, para dedicarle a mi corto. Pensaba que esos 30 minutos no eran nada. Pero al final, me di cuenta que esos 15 minutos que parecían insignificantes, después de un mes significaron terminar el trabajo".

"En esos momentos tenía una lista de cuatro canciones que me ayudaban a levantar y la usaba en esos momentos de extremo cansancio. Sonaba tema de la película de Rocky, una canción de Ford Minor y dos relatos de Víctor Hugo: el del gol de Diego a los ingleses y el relato de cuando salimos campeones ganándole la final a Boca".

"Había una parte del relato con la que me identifico y creo que todos los hinchas de Estudiantes también, porque habla de seguir, no aflojar y dar todo. ´Como un ciclista que sigue al primero, mira para abajo y se para en los pedales y sigue pedaleando, y pedalea y pedalea´, escuchaba eso, se me iba el cansancio y seguía dibujando".

EL INGENIO Y LA IMAGINACIÓN, DE SAN FRANCISCO A UNO

Hoy se destaca en la Academy of Art University de San Francisco, donde es Director del Departamento de Desarrollo Visual y le da rienda suelta a su creatividad. Ese ingenio y esa imaginación que excedieron lo laboral y los puso a trabajar al servicio del club de sus amores.

"Cada tanto hago dibujos para mi, y hace dos años se me ocurrió a partir de una camiseta suplente que diseñé, que el escudo sea como un gladiador con el León como emblema, para que los contrarios sea lo primero que vieran cuando salían. Y el escudo lo pensé del lado del corazón, como poniéndole el pecho a las balas. Se la mostré a un amigo que está en el Museo Estudiantes y él me puso en contacto con el estudio encargado de la gráfica del club", recordó.

 

Con el aval y la aprobación dirigencial, llegó el momento de poner manos a la obra: "Pinté el mural en un par de días, con la ayuda de los chicos que pintaron las copas afuera del estadio y, algo que me gustó, es que está sobre 1 y 55. En ese lugar era donde nos juntábamos con mis amigos a ver los partidos en la cancha vieja, cuando teníamos 15 años. Íbamos siempre ahí, justo donde entrabas. Me acuerdo de los tablones como si fuese hoy", continuó.

UN FIEL HINCHA A LA DISTANCIA

Ni la distancia ni el tiempo ni nada modifican ni modificarán la esencia que lleva en las venas. Su Estudiantes querido, lo lleva en cada aspecto de su vida: "La identidad que el club te hace sentir te lleva a arraigar ese cariño y lo transforma en pasión. El trabajo y la constancia son insustituibles para mi, con eso hacés todo".

La diferencia horaria no es impedimento para estar al día de cada novedad. Nico es un fiel hincha a la distancia y así lo vive: "A veces los partidos los veo por televisión o sino por una aplicación. También estoy en un grupo de Whatsapp con amigos y estamos conectados. Una vez tuve una entrevista en Sony y la persona era fanática de Estudiantes. Y hasta el día de hoy somos amigos"

VER UN PARTIDO EN UNO, LA CUENTA PENDIENTE

"El estadio lo recorrí y fui a comer. Pero no vi ningún partido todavía. Me encanta que mi trabajo esté ahí y lo tomo como un homenaje personal que me recuerda cuando me llevaba mi abuelo".

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