Estudiantes afronta hoy un juego casi determinante para su futuro. Desde las 21.00 el conjunto de Ricardo Zielinski estará cara a cara con Rosario Central, aspirante también a meterse entre los cuatro mejores de la zona y jugar la fase final de esa Copa de la Liga Profesional de fútbol. El cotejo va a las 21.00 en el Gigante de Arroyito y Nicolás Lamolina será quien imparta justicia.
Estudiantes sabe lo que se juega y cómo debe jugarlo. De aquí al final del certamen, el equipo tiene por delante dos cotejos de visitante y uno de local, y por ello es que el duelo con Central es clave para su objetivo de clasificación. La posición en la tabla y los puntos obtenidos hasta aquí lo dejan en el umbral de la siguiente fase. Superar con éxito el escollo de esta noche le terminará a abrir la puerta hacia ese anhelo, sabiendo además que deja con mínimas opciones al rival de turno.
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Y si del rival de trata, si bien es cierto que sus objetivos son otros: Copa Sudamericana y el clásico con Newell´s, de local el Canalla se hizo muy fuerte y esto le dio no solo aire al entrenador Cristian González en su cargo, sino alimentar esa ilusión en poder estar en la conversación grande. Su juego no es vistoso, pero de la mano de Vecchio, Marco Ruben y Gamba, Central logró sumar buenas unidades que lo transforman en un equipo a respectar, sobre todo por lo dicho cuando actúa en el Gigante (marcha invicto en su casa con 3 victorias y 2 empate).
Los pupilos de Zielinski deben ser inteligentes de principio a fin. Impedir que el mediocampo de Central controle el balón, atacar por las bandas vía Godoy-Pasquini, y sobre todo poner la pelota en el piso y poder jugar duelo contra los defensores locales, un punto donde los rosarinos mostraron algunas flaquezas.
Estudiantes juega un partido clava en Rosario. Un resultado positivo será último para afianzar su sistema táctico y para quedar a tiro de cumplir con el objetivo de estar entre los mejores cuatro de la zona A.
