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Divisional ReservaFútbol Juvenil • 9 septiembre 2019

La superación: el mandato de la juventud

Ignacio Gariglio, defensor categoría 1998 y profesional desde hace unos meses, se reintegró al plantel de Reserva y ya tuvo una convocatoria, después de sufrir una seria lesión que lo mantuvo alejado de las canchas por un año. Hoy lo cuenta como una anécdota y agradece la posibilidad de seguir luchando por jugar

Cambia, todo cambia. Y no es una frase, sino una realidad, en el caso de Ignacio Gariglio, que vio como una lesión lo alejó de las canchas por un año tras una complicada lesión, que llenó de incertidumbres su condición física. Hoy lo cuenta como una anécdota y agradece la posibilidad de seguir luchando por jugar, asumiendo que "lo peor ya pasó".

"Estoy tranquilo y contento porque lo peor ya pasó, ahora estoy a disposición del técnico y esperando el momento que me toque para poder dar lo mejor", empezó diciendo "Nacho" Gariglio, después de sufrir un momento más que complicado en su vida y en su sueño de jugar al fútbol. ¿Qué fue lo que pasó? Nadie mejor que él para explicarlo: "Tuve un problema en la pierna izquierda, con un aprisionamiento de una vena que me hinchó la zona. Terminé internado y la pasé muy mal, ahora estoy muy feliz", describió.

Alejarse de las canchas, acostumbrarse a las camillas y a las luces del hospital no es sencillo, y más en edad madurativa para cualquier joven. "Esto me pasó en septiembre del año pasado, entrenando, ya venía con lesiones hasta que me pasó esto que fue lo peor", citó. Hoy es una página más en su vida, y un tropiezo en su carrera que lo hizo fortalecerse. "Pude recuperarme bien, fue difícil porque no podía caminar. Con el tiempo fui mejorando hasta que me dijeron que tenía y pudieron sacarme todo".

Alcanzar el primer contrato profesional es el objetivo de cualquier juvenil, y en su caso sirvió para seguir adelante. "Fue una noticia muy buena, me habían dicho que tenía chances de firmar y no quise apurarme a volver a jugar. Eso me ayudó mucho a recuperarme, ahora estoy en Reserva esperando mi oportunidad. Son batallas que superás, por así decirlo", mencionó, con una mueca alegre. Por último, y con el objetivo de mirar hacia adelante, sin olvidarse de todo lo que pasó, el jugador oriundo de Santa Rosa expuso que el miedo le circuló por el cuerpo, con el temor de tener que dejar de jugar. "Tuve el miedo de que termine todo, porque hubo complicaciones en la recuperación y la cabeza me jugó en contra. Con la ayuda de mi familia y mis amigos me pude tranquilizar y seguir para adelante", finalizó.

 

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