"Héroe". En el diccionario se define la palabra como una "persona ilustre y famosa por sus hazañas o virtudes", aunque en Estudiantes de La Plata lleva nombre y apellido a la hora de hablar de protagonistas que, con su labor, grabaron una de las páginas doradas de la institución. Gladiadores de la épica noche del 15 de julio de 2009 en el Mineirao, Mauro Boselli y Gastón Fernández entraron en la historia grande del Pincha, lugar al que pertenecerán eternamente. Los goleadores del glorioso campeón de América recordaron la gesta en el Sitio Oficial, en el noveno aniversario del Tetracampeón.
GASTÓN FERNÁNDEZ, LA RESURRECCIÓN EN EL MINEIRAO
"Se la juega Verón. La tira muy bien a la derecha, picó Cellay, se viene Estudiantes para el empate, la quiere por abajo Boselli; centro de Cellay... ¡Gol! ¡La Gata! Gol de Estudiantes de La Plata. Magnífica pelota de Verón, centro de Cellay, gol de la Gata. Estudiantes 1 - Cruzeiro 1". El relato de la televisión y miles hinchas repartidos por todo el mundo, abrazados, con la garganta roja de gritar al igual que los privilegiados que estuvieron en el Mineirao. Era el 1-1 en el minuto 57 de partido. Era la aparición de Gastón Fernández. El gol de la resurrección, del amor propio, del coraje, de la gallardía del equipo de Sabella que empezaba a caminar hacia la gloria.
"Fue un momento en el que vi cuando Sebastián (Verón) lo encontró a Christian (Cellay) abierto, intenté llegar con todo lo que pude adentro del área y justo me cayó la pelota para empujarla. Después la imagen cuando salgo a gritar el gol es de satisfacción, de alegría, pero también no lo podía creer porque era un momento soñado para cualquier jugador", recordó la "Gata" al Sitio Oficial.
"Es un logro que seguramente vaya a ser el más importante de mi carrera. El momento del gol me acuerdo que era justo cuando creíamos que era que mejor estábamos y aparece el de Cruzeiro, después el mío y nos hizo dar mucha más confianza y seguridad con lo que estábamos haciendo en el partido para después poder terminar de ganarlo", rememoró.
"A veces uno estando en ese momento no le da la dimensión real que tiene el logro. Fue muy emocionante desde el lado personal, poder abrazarme con mis compañeros porque habíamos afianzado muy bien ese grupo que no solamente demostraba adentro de la cancha, sino que también afuera teníamos una muy buena relación y disfrutábamos muchísimo el momento que estábamos viviendo. El abrazo con cada compañero o el cuerpo técnico era en llanto por poder vivir algo histórico con esa calidad de gente".
MAURO BOSELLI, EL GOLEADOR DE AMÉRICA
"Le pegará Verón, llegará Desábato, con el Chino Benítez, con la Gata Fernández, con Boselli, con el Chapu Braña, con Schiavi. Manda todo Estudiantes al área con este balón parado. Centro de Verón, sube Boselli... ¡Gol! ¡Gol de Estudiantes de La Plata! ¡Mauro Boselli de cabeza! Estudiantes 2 - Cruzeiro 1". Glorioso minuto 72. Magistral centro de Verón. La cabeza de Boselli. El gol del título. Ese salto que permanecerá de por vida en la retina de todos los hinchas.
"Fue uno de los goles más importantes de mi carrera. Me acuerdo cómo si fuera hoy el momento que llega el centro y voy a buscarla de cabeza. Fui con toda la convicción de meter el gol y así fue. Y el festejo fue increíble. Todos abrazamos la gloria. Son recuerdos inolvidables", contó el goleador.
"La obtención de la copa fue muy especial. Yo ya la había ganado con Boca y había jugado pero no había tenido la participación que tuve en Estudiantes. Fue increíble. Y como broche de oro pude inclusive salir goleador. Fue algo soñado. No es fácil ganar una Copa Libertadores y yo tuve la suerte de ganarla dos veces. El equipo campeón sabía exactamente a lo que jugaba. Teníamos un técnico como Sabella que fue el mejor que tuve en mi carrera, que nos marcaba las cosas muy claras y nos guiaban otros dentro de la cancha como Verón. Era un equipazo".
