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ADN • 27 agosto 2017

"Es un sueño que tuve la suerte de cumplir"

Hoy técnico de la reserva, Leandro Benítez sigue ligado al club y trabaja a diario en el lugar que ama. El Chino, ya en otra etapa de su vida, vuelve por un momento a ponerse en la piel del jugador para recordar la histórica noche del 15 de julio del 2009. En un mano a mano y una producción exclusiva con el Sitio Oficial revive la gesta contra Cruzeiro, la cuarta Libertadores y la gloria en el Mineirao: "Es un sueño que tuve la suerte de cumplir".
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Dentro de la concentración del plantel profesional, una placa inmortaliza todos y cada uno de los apellidos de un grupo de trabajo que el 15 de julio de 2009 llevó a lo más alto de América a Estudiantes después de 39 años. Entre ellos, en la columna izquierda, está el de Leandro Damián Benítez; para todos, el Chino. El zurdo, el de la pegada sutil, el del gol a Defensor Sporting de Uruguay en los cuartos de final de esa Libertadores que quedaría en las vitrinas del club. El de las lágrimas de felicidad en el Mineirao. El actual DT de la reserva albirroja revive el tetracampeonato en una entrevista y una producción exclusiva con el Sitio Oficial. 15-7-2009, por Leandro Benítez.

"ES UN SUEÑO QUE TUVE LA SUERTE DE CUMPLIR"

Ya había cumplido un sueño siendo campeón del torneo local en el 2006, aunque en la noche del 15 de julio del 2009 estaba en las puertas de alcanzar otra gloria más: la Libertadores, título especial para el club si los hay. Después del 0-0 en la ida, Estudiantes se jugaba una dura parada a todo o nada en el Mineirao, con un marco imponente, un rival que tenía todo preparado para festejar, sin contemplar al gigante que había enfrente. 90 minutos para hacer historia, el 2-1 y el "sueño cumplido" del Chino: "Es uno de los recuerdos más lindos que tengo. Es un sueño que tuve la suerte de cumplir, algo hermoso que uno cuando era chiquito soñaba. Entramos por el repechaje, hubo un cambio de técnico en el medio y llegamos a la final. Después se dio lo que todo queríamos, que era ganarla".

DEL REPECHAJE A LA GLORIA

Todo comenzó con ese gol de Lentini en La Plata, el que le abrió el camino a Estudiantes para sortear el repechaje ante Sporting Cristal de Perú. Después, en medio, llegaría el cambio de entrenador y el arribo de Sabella junto a su cuerpo técnico para comandar a un grupo de gladiadores, a los héroes del Mineirao: "A medida que iban pasando los partidos y más después de la fase de octavos de final donde el equipo ya había cambiado de técnico y con la llegada de Alejandro (Sabella), se fue encontrando a base de resultados la confianza y las ganas de que se podía, era la realidad. Obviamente era muy difícil pero cuando le ganamos a Libertad, que había sido el mejor de la fase de grupos, nos empezamos a ilusionar. Cada vez quedaba menos pero parecía más. Fue algo muy lindo, tuvimos partidos importantes como el de Uruguay donde no estaba Sebastián (Verón) y dimos una muestra de carácter muy grande. Obviamente después también la final en el Mineirao, donde empezamos perdiendo y el equipo tuvo la madurez para dar vuelta el partido y ganar la copa", recordó Benítez.

LAS HORAS PREVIAS A LA GRAN FINAL: ASÍ LO VIVIÓ EL CHINO

Todo en Belo Horizonte estaba preparado para el festejo de Cruzeiro. Las banderas para celebrar lo que pensaban sería el tricampeonato del equipo de Adilson Batista estaban listas. Pero al caballo no hay que ensillarlo antes de comprarlo. En La Plata, las vitrinas de la sede aguardaban haciéndole un guiño a la rica historia del club, con la confianza y la ilusión intacta de revivir las viejas épocas del '68, '69 y '70: "La noche anterior tiraban muchos cohetes y los escuchaba. Después el día del partido era un poco la ansiedad de que llegue la hora para jugarlo y vivirlo. A medida que pasaban las horas, la ansiedad crecía pero con la tranquilidad de saber que las cosas nos iban a salir bien, más que nada sabiendo de todo el esfuerzo que habíamos hecho y que teníamos la posibilidad de después de mucho tiempo ganar la Copa Libertadores", contó el Chino acerca de cómo vivió esas horas previas a la gran final en el Mineirao.

LOS MINUTOS FINALES Y EL GRITO DE CAMPEÓN DE AMÉRICA

Desde el minuto 34 del segundo tiempo, cuando le tocó salir de la cancha para que ingrese el uruguayo Juan Manuel Díaz, el Chino lo vivió con una intensidad diferente a la de estar dentro del rectángulo de juego. Habían pasado apenas 6' del gol de Boselli y todavía quedaba camino por recorrer en un partido a todo o nada. Del sufrimiento al pitazo de Chandía y el grito de campeón que Benítez guardará de por vida en su corazón: "Primero fue sufrir porque me tocó salir y de afuera se sufre muchísimo más. Después el tiro en el travesaño casi a lo último y cuando Chandía marca la mitad de la cancha terminando el partido obviamente alegría. A medida que pasan los minutos pensar en la familia, que es la que realmente siempre está en los momentos buenos y malos; acordarse del esfuerzo de ellos, de mis viejos que me acompañaron toda mi carrera para que yo pueda cumplir un sueño. Fue algo muy lindo".

"LA FECHA LA VOY A LLEVAR POR SIEMPRE"

Una fecha que no se olvidará jamás. Un día para la historia. Una noche de gloria. El sueño de todo hincha, del jugador que tuvo el privilegio de conquistar América con los colores que lleva en el alma y el corazón. El 15 de julio del 2009 para Leandro Damián Benítez: "La fecha la voy a llevar por siempre. Lo recuerdo año tras año, fue algo muy lindo. Pude cumplir el sueño de cuando iba a la cancha a ver a Estudiantes, de jugar en la primera como cualquier hincha quisiera. Yo lo pude vivir desde adentro y la verdad es que es algo impagable. Yo tuve la suerte de cumplirlo".

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