Mauro Boselli cumplió con el esperado deseo de la Familia Pincha y concretó su regreso al club. En este 2022 el delantero iniciará su tercer período con la camiseta albirroja, con importantes objetivos a la vista como será el ingreso a la fase de grupos de la Conmebol Libertadores.
"El club me abrió las puertas de nuevo y tenía ganas de volver. Para que se dé una cosa así, tiene que haber muy buena predisposición de los dos lados. Siempre hubo buena onda entre la gente que estaba al mando del club y de parte mía", manifestó Boselli.
"A la hora de tomar una decisión del lado dirigencial, más allá de lo futbolístico que es importante, en este club importan los valores y lo que es uno como persona. En el tiempo que me tocó estar en el club en mis etapas anteriores, pude serle fiel a esa escuela que tiene Estudiantes", destacó el jugador en referencia al ADN albirrojo.
¿Por qué un jugador que no nació en Estudiantes se identifica tanto con la institución? Así lo explica el autor del segundo gol albirrojo en la final de la Libertadores 2009. "Cuando yo llegué acá había un grupo de jugadores muy experimentados y con mucha historia en el club, que de a poquito nos fueron enseñando. Me tocó venir con Gastón (Fernández). Los dos veníamos de equipos grandes y al llegar a un equipo que no era Boca o River, pensamos que el golpe iba a ser fuerte, pero de la forma que nos recibieron y el trato que nos dieron desde el primer momento, nos fuimos metiendo en la idea de este club. Eso nos lo fueron inculcando los grandes jugadores que había en ese momento y se reforzó mucho más con la llegada de Alejandro Sabella".
El ex entrenador con el que Estudiantes alcanzó su cuarta Libertadores, marcó un antes y un después en la vida de Mauro, que sin dudar asegura que "Aprendí a ser mejor persona con Alejandro". Y a su vez, destaca que "La gente vio todo lo que él hacia dentro de la cancha, pero lo que más me quedó fue el día a día, el estar pendiente de todos los detalles. Y no lo hacía solo, sino que tenía un cuerpo técnico maravilloso y no se le escapaba nada".
NO HAY DOS SIN TRES
Once años pasaron de su último paso por Estudiantes. Su primera etapa fue entre 2008 cuando llegó procedente de Boca y 2010, momento en que pasó al Wigan inglés y de ahí, al Genoa italiano.
Mauro regresó al Pincha, jugó una temporada más durante 2011 y luego comenzó un periplo que lo llevó al Palermo de Italia, León de México, Corinthians de Brasil y Cerro Porteño de Paraguay.
Con el desembarco en City Bell, Boselli tomó contacto nuevamente con el mundo Pincha y afirma que "El club creció. Es lógico por toda la gente que lo maneja, que hace las cosas desinteresadamente. Esto va siempre para arriba, nunca para abajo. Se consiguió volver a UNO que era importantísimo para la gente y ahora volvimos a la Copa, que la gente también quería volver a jugar".
Con 36 años se suma a un plantel en el que está su ex compañero y actual capitán, Mariano Andújar. La experiencia acumulada es un plus y por ello, Mauro es uno de los referentes en este grupo. "Me ha tocado asumir el rol de líder en otros equipos. Fui capitán cuatro años y medio en México, mientras que en Corinthians y Cerro Porteño no tuve la cinta pero ocupé ese rol de cabeza de equipo. Ser líder se demuestra con el ejemplo, como es en Estudiantes. Ahora tengo que apoyar a Mariano que es el que más tiempo lleva acá y ayudar a los más jóvenes de la misma forma que lo hicieron conmigo cuando llegué al club con 23 años".
A poco menos de un mes de empezar una nueva temporada, Boselli dice que "La historia empieza de nuevo, lo que se hizo pasó y fue hermoso. La gente lo va a reconocer siempre, por más que me vaya mal ahora. Hoy no le tengo miedo a lo que viene, son desafíos. No hubiese tomado la decisión de venir si no me siento con la motivación y la fe de hacer las cosas bien".
Hablar de la gloria de la Libertadores es tema conocido para Mauro, que sabe la importancia que tiene este torneo para Estudiantes. "La Copa Libertadores es difícil para todos. Más allá de la diferencia abismal que hay con los equipos brasileros, dentro de la cancha esa diferencia se achica y se le puede jugar de igual a igual a cualquiera".
El Pincha jugará frente al Audax Italiano de Chile, buscando meterse en la fase de grupos del torneo continental. Acerca de esa serie mano a mano, Boselli dice que "Es un partido de 180 minutos y que no se define en el primer encuentro. Hay que sacar un buen resultado en Chile para cerrar la llave en nuestra cancha. Va a ser duro, es un rival que no tiene tanto nombre, pero que tiene las mismas ganas que nosotros de pasar de fase".
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