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ADN • 17 octubre 2015

"DEMOSTRAMOS EL AMOR PROPIO DE ESTUDIANTES"

Tucumano de nacimiento, aunque platense y Pincha por adopción, José "Tato" Medina recuerda su formación y su vida en el club. Desde su llegada, los valores que le inculcaron, el debut contra Palmeiras y la gloria absoluta en Manchester tras 47 años de la gesta más grande en la historia de la institución. Un campeón del mundo en una entrevista exclusiva.
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RECUERDOS DE SU LLEGADA Y UN AMOR INCONDICIONAL POR EL CLUB

Prácticamente una vida fue la que pasó el "Tato" en el club, donde se formó con el ADN y los valores de Estudiantes para, con el paso de los años, transformarse en una de las personas cuyo apellido quedará grabado para siempre en la historia de la institución. De aquel joven que llegó con sueños e ilusiones a cuestas desde tierras tucumanas hasta el hombre que gritó campeón del mundo en la cuna del fútbol: "Nací en Tucumán, después Estudiantes me llevó y me apuntaló en el club, además de brindarme todas las posibilidades para estudiar, formarme como ser humano y aprender de la vida. Estudiantes fue mi universidad, un club distinto a todos y que está en la línea de los mejores del mundo. Lo más grande que ha tenido el club fue siempre su orden disciplinario, una gran amistad y un objetivo que con nosotros logró Don Osvaldo que fue juntar 22 almas para ganar acá y en cualquier parte del mundo", recuerda con gran emoción al cumplirse un nuevo aniversario de la gesta en Manchester.

LA PRIMERA FINAL Y EL CRUCE CON GEORGE BEST

Sintiéndose vencedores, los jugadores del Manchester se iban de Argentina con la certeza que el resultado de la primera final les permitiría festejar en Inglaterra. Sin embargo, la mística de Estudiantes afloraba una vez más y los leones de Don Osvaldo levantarían una vez más la bandera de la humildad, el trabajo y el sacrificio para demostrar el gen albirrojo. José Medina, quien en territorio inglés terminaría siendo expulsado por un cruce con George Best, cuenta cómo comenzó el cruce con una de las figuras de los Diablos Rojos y lo que sintieron tras el primer encuentro: "Cuando se fueron de acá recuerdo que fui a cambiar la camiseta con George Best y no me la quiso dar, entonces desde ahí empezó un 'principio de desacuerdo' en lo deportivo;pero de todas maneras seguimos con nuestros valores y el bastón de mando que llevaba Zubeldía y nos acompañó siempre. Hoy pienso y sé que marqué a uno de los mejores jugadores del mundo".

LA BATALLA ENTRE EL PODEROSO Y EL ESTUDIANTES SEDIENTO DE GLORIA

"Hicieron una inversión de casi 200 millones de dólares en dos jugadores que eran Morgan y George Best. Recuerdo incluso que cuando llegaban los periodistas argentinos daban cuenta de lo difícil que se iba a tornar el partido. Me decían 'Tato, ya está, no les podemos pedir más nada'. ¡Yo les decía que no! Que faltaba lo último. Íbamos como punto y terminamos siendo banca", recuerda el glorioso ex marcador de punta pincharrata, quien se emociona con cada anécdota e infla el pecho con la gloria intacta a más de 40 años de un hito no sólo para Estudiantes sino para el fútbol mundial.

LA COPA, LA GLORIA ABSOLUTA Y EL CORAJE ALBIRROJO

Difícil de describir con palabras, aunque con conceptos que salen del corazón, "Tato" intenta demostrar lo que siente. A falta de adjetivos, el amor de Medina por Estudiantes lo traslada por unos minutos a aquella noche en Manchester tras el pitazo final del juez: "Es un recuerdo imborrable para mi. Fueron épocas gloriosas para el club, tanto en el '68, '89 y '70, producto de todo el trabajo, de la 'Tercera que mata' formada por el querido Miguel Ignomiriello, del 'profe' Kistenmacher, de la comisión directiva, de todos. Había una camada muy linda de compañeros que le dieron todo al club y muchísimas cosas que fueron muy importantes. Esa noche demostramos el coraje y el amor propio de Estudiantes para representar a nuestro país que sentimos que era de lo más importante".

EL FESTEJO Y LA CELEBRACIÓN A 47 AÑOS

Los hinchas del Manchester no lo podían creer. Estudiantes le daba una lección en su propia casa y la copa se iba para Argentina, embanderada por los colores rojo y blanco. Los "Animals", tal como los recibieron al son de una silbatina, dejaban la cancha casi sin poder coronar un festejo único que, de la mano de Bilardo, terminaría desatándose horas más tarde en el hotel todavía sin caer ni poder creer lo logrado: "Era la una de la mañana y estaban todos durmiendo. Vino Bilardo y empezó a patear las puertas y a despertarnos a todos para que festejemos la copa porque no lo podíamos creer. Yo aparecí como un 'Benjamín' porque mi debut fue con el Palmeiras de Brasil y después jugué ni más ni menos que la final del mundo. Es por eso y mucho más que hoy el club está en mi corazón, en mis recuerdos, en todo lo que he dejado por esos colores y todo lo que me ha dado".

Axel Damian Padilla

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