Se cumplen 52 años de la primera final ante Manchester United por la Copa Intercontinental. El paso inicial rumbo a la gloria eterna. Fue triunfo 1-0 en la Bombonera y a soñar con conquistar el mundo.
Marcos Conigliaro, autor de ese gol memorable, participó del streaming por Youtube e Instagram que realizó "Acá hay una Escuela" para revivir una noche que permanecerá por siempre en el corazón de la Familia Pincha.
SUEÑO CUMPLIDO
"Siempre hay que soñar, todos soñamos con entrar a una cancha y que griten tu nombre o hacer un gol importante, y a veces los sueños se cumplen. Hay que tenerse fe y confianza, no bajar nunca los brazos, tratar de ser el primero en la fila".
"Esa noche había mucho nerviosismo y respeto por lo que íbamos a jugar. Miedo para nada porque éramos once contra once. Teníamos pensado quedarnos en el vestuario esperando hasta que salieran ellos, nos quedamos diez minutos mientras calentaban corriendo en la cancha, y cuando salimos el griterío de la gente hizo temblar el piso, algunos ingleses se pusieron pálidos porque no entendían qué estaba pasando".
"Lo que más recuerdo del partido es el gol, fue una cosa increíble. Todavía tengo el chichón de cuando me pegó la pelota. Cuando hice el gol, fui para el medio del campo y levanté los brazos como queriendo abrazar a todo el mundo al mismo tiempo. Es difícil explicar ese momento, simplemente se siente, no tiene explicación. Cuando lo revivo me explota el corazón".
https://twitter.com/EdelpOficial/status/1309476134619426817
"Habíamos ganado la primera final y volvíamos todos callados en el micro, Bilardo se paró y nos dijo que no nos podían ganar. Nos dio confianza, y tenía razón. El problema en ese momento lo tenía el Manchester".
"Me emociona el reconocimiento y el agradecimiento de la gente. A mí me gusta estar con los hinchas en los viajes porque no me conocen personalmente y puedo contarles de todo. Ellos quieren hablar conmigo, me hacen sentir muy bien y la paso bárbaro".
"El grupo era espectacular, prácticamente vivíamos concentrados y nos llevábamos bárbaro. Por suerte tuvimos a unos visionarios, Mangano y Zubeldía, dos personas que miraban más allá de lo que podía ver cualquier persona en ese momento. Todo lo que hicieron nos llena de orgullo. Estudiantes siempre fue grande, humilde pero grande. Este club es realmente mi casa".
