Estudiantes fue el primer equipo del continente en ser Tricampeón de América. Dicho logro lo selló el 27 de mayo de 1970 tras superar en la final a Peñarol de Uruguay. El festejo de la tercera copa fue nada menos que en el Estadio Centenario, el mismo escenario donde dos años antes el equipo de Don Osvaldo Zubeldía gana la primera Copa Libertadores.
Por aquellos años los campeones de América accedían a la siguiente Copa en las semifinales, y Estudiantes por haber ganado en 1969 el bicampeonato jugó en semi con River. El primer duelo con el Millonario, jugado en Núñez, culminó 1-0 con gol de Juan Ramón Verón; mientras que en la vuelta, en un repleto estadio de 1 y 57, el Pincha batió al conjunto de "la banda" 3-1 con tantos de Jorge Solari, Juan Ramón Verón y Juan Echecopar. Oscar "Pinino" Más anotó para los riverplatenses,
Peñarol para acceder a la final dejó en el camino a la Universidad de Chile en tres partidos: 0-1, 2-0, 2-2. Los uruguayos lograron el derecho a jugar con Estudiantes por mayor diferencia de goles
En lo que tiene que ver con la final, el primer partido, el cual se desarrolló el 21 de mayo de 1970 en 1 y 57 (más de 40 mil espectadores colmaron el Jorge Luis Hirschi), Estudiantes se impuso por 1-0 con gol de Néstor Togneri. La vuelta, en el Estadio Centenario que ya había visto al Pincha alzar la Copa dos años antes en la recordada final con Palmeiras, culminó 0-0. Ese empate, sumado al éxito en 57 y 1 le permitió a Estudiantes ser nuevamente campeón de un torneo internacional.
La noche de la consagración en Montevideo Estudiantes formó con: Errea; Pagnanini, Spadaro, Togneri y Medina; Bilardo, Pachamé y J. R. Solari; Echecopar (Rudzki), Conigliaro (C. Aguilar) y Verón.
Estudiantes ya no era el mismo de la primera conquista internacional. Zubeldía rearmó un nuevo equipo que siguió haciendo mella en el Continente y donde comenzaron a surgir nombres como Errea, Solari, Rudzki, Aguilar, Pagnanini entre otros.
Con este título no solo Estudiantes se convirtió en el primer equipo en proclamarse campeón de América tres veces consecutivas, sino que además se transformó en el primero, luego de acceder a la instancia decisiva también en 1971, en disputar cuatro finales consecutivas de la Copa Libertadores; y marcó un hecho histórico y una huella para las futuras generaciones futbolísticas de nuestra institución.
