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Judo • 6 agosto 2016

Oro con mística

Estudiantes se enorgullece de haber acompañado durante ocho años, de 2005 a 2013, a la judoca Paula Pareto que el sábado obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro

Para llegar a la cima hay que alguna vez comenzar a escalar. En ese camino es importante quien te ayuda a caminar, quien comenzó el sendero a la gloria. El sábado por la tarde, Paula Pareto, emocionó al mundo del deporte argentino con sus lágrimas que caían en su mejilla y con su oro en la mano derecha que era besado y agarrado con amor olímpico.

Antes de eso, hay una historia que tuvo un principio. El comienzo fue en el 2005, hace once años, cuando Pareto era más pequeña y tenía sólo diecinueve. En el CENARD, Pareto, empezó a trabajar con Fernando Yuma quien era entrenador nacional de judo. En ese momento, las dudas sobre si seguir practicando la disciplina para Pareto eran concretas. Pero gracias al apoyo y la contención de su técnico decidió seguir siendo judoca.

La Peque encontró en el actual Director de Deportes de Estudiantes, Yuma, un sostén y un impulso en su carrera. Al sentir el sostén que necesitaba, Pareto, empezó a entrenarse en la Sede de calle 53 con Yuma y Elisabeth Copes, también judoca olímpica del Club. Las estadías en casa de la familia Yuma ya eran usuales para evitar el cansador traslado de San Fernando a La Plata. Todo por el mismo fin: el oro, la gloria.

Lo cierto fue que en las entrañas de la Sede se gestó el bronce olímpico en Beijing 2008 y varios logros más como campeonatos sudamericanos, panamericanos y mundiales. Lo último que consiguió Pareto representando a Estudiantes fue el quinto puesto en Londres 2012. De allí, un desgaste lógico entre atleta y entrenador derivó en una distancia. Pero esto no dejó atrás el cariño acumulado durante tiempo entre Pareto y Estudiantes.

Esto se evidencia con la alegría de Yuma por el oro conseguido por Pareto en Rio de Janeiro. "Estamos súper contentos con esta medalla olímpica que consiguió Paula y, en cierta parte nos sentimos partícipes de este logro por haberla formado durante ocho años. Más allá de que hoy no estamos juntos, siempre hay cariño de las dos partes, pero lo más importante fue lo que se logró no sólo para el deporte argentino sino para el país", contó Yuma que orgulloso de ex alumna se enorgullece de quien fue su pequeña judoca de oro.

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