Corría el año 1929, y la revista "El Gráfico" era el centro en la escena deportiva. La radiofonía no era cosa de todos, y la televisión no estaba en los planes de nadie. Para tener noticia sobre un equipo o partido había que recurrir a la revista deportiva por excelencia. Juan Carlos, un niño de apenas seis años, esperaba paciente cada sábado a su padrino, que venía desde La Plata hacia Warnes, un pequeño pueblo del partido de Bragado. Estudiante en la Universidad Nacional de La Plata, el padrino le regalaba cada ejemplar de "El Gráfico", y Juan quedó impactado por los colores de una camiseta en particular: la albirroja de Estudiantes de La Plata. Al cabo de unos meses, tenía su habitación empapelada de recortes con Scopelli, Zozaya y demás figuras míticas de la historia pincharrata.
"Comencé a seguir los resultados de los partidos a través de esas revistas y diarios que me traía mi padrino, (que era hincha de Racing)", contó Juan, en un contacto vía email con el sitio oficial del club. A sus 92 años, maneja Internet casi a la perfección: su rutina diaria comienza a las 4 de la mañana, cuando lee los diarios online buscando información sobre su "Pincha" querido, para luego ir a trabajar. "En el año 1930, ya hincha firme y orgulloso de Estudiantes, leía todos los diarios que caían en mi poder y recortaba la figuritas de los jugadores, con las que formé un álbum", agregó.
Recuerda la formación de aquellos primeros equipos que disfrutó: Scandone, Nery y Rodríguez; Viola, Uslenghi y Perez Scalá; Lauri, Scopelli, Zozaya, Manuel Ferreira y Guaita. Conoció la cancha de Estudiantes en 1941, aunque recién pudo presenciar un partido oficial en 1944, cuando realizaba el Servicio Militar Obligatorio en una ciudad cercana a La Plata. Una época que vivió con especial emoción fue la era de Osvaldo Zubeldía: "la viví con especial entusiasmo y la alegría que nos produjo aquel equipo. En aquella época, Estudiantes tenía alrededor de una decena de hinchas en el partido de Junín; luego de la era Zubeldía, había más de un centenar".
Juan Carlos vive en Morse, un pueblo cuya cabecera es Junín. En ocasión del partido que Estudiantes disputó frente a Sarmiento el año pasado, Juan visitó al plantel y presenció la victoria albirroja. Pero sus familiares coinciden en que se pone muy nervioso viendo los partidos, a tal punto que por televisión casi no lo mira, sino que le pide a su esposa que le comente las alternativas del cotejo. Al Estadio Ciudad de La Plata concurre cada tanto, por cuestiones propias de la edad y por la distancia. Su principal sueño es poder retornar a 1 y 57.
A la hora de definir su sentimiento por Estudiantes, no duda: "orgullo. Orgullo porque aún en los momentos más difíciles hemos tenido buen juego, y porque hemos luchado siempre manteniendo su capacidad de estructura con su propio esfuerzo", justificó Juan Carlos, y cerró la entrevista con el sitio oficial remarcando la importancia de que "Estudiantes forma jugadores y personas".
