Osvaldo Zubeldía fue un adelantado en el mundo del fútbol, un incomprendido en su época y, por sobre todas las cosas, un trabajador insaciable que tuvo su premio. El Zorro condujo a Estudiantes a la cima del mundo a finales de la década de 1960, obteniendo cinco títulos internacionales y uno nacional. Pero, ¿cómo veía a su propio equipo el Zorro?
En una entrevista brindada a El Gráfico en mayo de 1969, a días de jugar una nueva final de Copa Libertadores, el entonces entrenador albirrojo hizo un análisis del presente de sus dirigidos palpitando los duelos ante Nacional de Uruguay.
- ¿Este Estudiantes es el mismo del año pasado?
- Está mejor que cuando fuimos a Manchester. En el primer tiempo contra Católica fue, por momentos, el Estudiantes de su nivel máximo.
- ¿Qué le falta para ello?
- Ritmo de copa. No hablo de la serie interminable de compromisos del 68, agotadores, pero sí entiendo que con dos o tres partidos más de trascendencia el equipo habría llegado mejor. Ni el público vive todavía ese clima. Ir a semifinales directamente es una ventaja, pero también una contra. Sólo se meterán de lleno, jugadores y público, en la trascendencia de lo que juega.
- ¿Por qué esa baja de rendimiento de comienzo de año?
- Tuvimos que soportar algunas suspensiones como las de Verón y Malbernat, pero también pagamos tributo a ese "aflojamiento" que sucede a la conquista de una copa del mundo. Yo hablé con Meschio (Racing) y Reznik (Peñarol) , dos hombres que vivieron el mismo problema y me explicaban que es casi natural que suceda, y por lo tanto debí aceptarlo.
- ¿No pensó que el plantel podía haber gastado, por lo menos en el caso de algunos hombres, en aquel tremendo esfuerzo?
- De ninguna manera. Estudiantes tiene plantel para mucho tiempo.
- Se habló de que usted pensaba dejar Estudiantes, hace de esto dos meses.
- Es falso. Hace dos meses recibí una propuesta concreta del Barcelona, por intermedio del empresario Juan Obial Pons. Esta es la carta y a usted es al primer periodista que se la muestro... (La leemos. Una frase categórica: "Envíe cifras, no habrá ningún obstáculo".) Y entonces se dijo que me iría. Yo soy un agradecido a los jugadores de Estudiantes y al club. Las cosas no andaban del todo bien en aquel momento y ése era otro motivo para que siguiera con ellos: YO ME HUNDO CON LOS JUGADORES. No podía olvidar olvidar 5 años de satisfacciones por una mala racha pasajera. Además otra cosa: un profesional debe cumplir siempre con su contrato, o por lo menos así lo entiendo.
- Usted compra siempre uno o dos por temporada, y nunca a precios muy altos ni nombres que estén en los cálculos del ambiente. ¿A qué se debió la incorporación de Rudzki, además de la de Errea?
- Poletti no se encontraba en un plano óptimo desde el punto de vista físico, sentía dolores agudos en la pierna derecha, y de ahí que decidiera la compra de Errea para cubrirme; lo conocía de Atlanta y tenía el mejor concepto, como hombre y jugador. En todas mis compras hay algo que es fundamental y que se antepone a todo: que sea buena persona. A Rudzki ya le había echado el ojo , y la opinión de Daguerre (ex preparador físico de Español) me decidió (...).
- ¿Nacional o Peñarol? ¿Cuál le parecía más a tiro para su equipo?
- A Peñarol le temíamos más. Ya el año pasado, cuando jugó con Palmeiras, nosotros queríamos jugar con los brasileños. Peñarol está muy hecho para la finales, tiene gran experiencia, y en cualquier momento es capaz de dar vuelta un partido. Ahora ocurría lo mismo, aunque Nacional será muy duro...
- ¿Por qué?
- Porque es mucho más que Palmeiras y es un equipo muy similar al nuestro: fuerte, con gente que juega y con un contraataque veloz. (...) Pero que nadie se engañe, yo siempre soy optimista, pero esto va a ser más difícil de lo que supone mucha gente...
- ¿Por el clima del Centenario en el primer partido?
- No, eso lo descarto. Creo en la frialdad de mis jugadores para hacer frente a cualquier circunstancia. Peor clima del encontrado en Manchester no se puede dar en ninguna parte del mundo. Estudiantes cuenta con simpatía en Montevideo, es apreciado, y por más que resulte lógico que todo el público aliente a Nacional sé que no va a pasar eso, de un aliento cerrado, de aplausos para los jugadores locales... ¡No puedo pretender que se aplauda a Estudiantes durante el juego! Sería demasiado infantil.
- ¿Buscará el empate en el partido de ida?
- Me daría por satisfecho con un empate, pero no me gusta trabajar pensando en el cero. Frente al Manchester, en Inglaterra, estuvimos ganando casi todo el partido y sólo nos igualaron al final. En Montevideo apretaremos las marcas más que de costumbre, pero sin olvidar el contragolpe en ningún momento.
- ¿Cuál es la línea de Estudiantes más fuerte en este momento?
- La de arriba. Llega con una facilidad increíble, todos "patean" desde cualquier posición, y el "Bocha" Flores es una barbaridad empujando. No creo que en este momento en el fútbol argentino haya un volante con tanto gol como Flores. Está para cualquier camiseta...
- ¿A qué más le teme en estas dos finales de Libertadores?
- A los mismo que le teme Zezé Moreira,a los jueces. Ahí también se juega el partido.
- ¿En qué más confía?
- En la vergüenza de mis jugadores. Ahora pasaron quince días concentrados, les di libertad el jueves, volvieron a entrenarse el viernes, nos concentramos el sábado y ya no tendrán un solo día hasta que termine todo esto, con dos o tres partidos. Ya están "presos" otra vez y se sienten a gusto, porque saben la importancia del título.
- ¿Cuál será su mayor carta del triunfo en el juego?
- Dos cosas: 1) la explotación de los córners y de los tiros libres; 2) Nacional irá respetando a Estudiantes, los títulos de Estudiantes y la impresión directa que sus jugadores se llevaron el otro día cuando los vieron frente a la Católica.
- ¿Lo satisface Togneri como marcador de punta?
- Es un caso excepcional y quizás la mejor compra de Estudiantes en los últimos años. Ha jugado atrás, en el medio y adelante, y sin protestar nunca. El sabía muchas veces que se perdía el puesto al ir a otra plaza, pero jamás dijo una palabra. Cuando tuve que anular a Bobby Charlton, él lo tapó. Ahora lo metí marcando la punta y está rindiendo un "fenómeno". ¡Cómo no me voy a sentir satisfecho con un jugador así? "Yo soy profesional y juego dónde usted me mande", repite cada vez que lo necesito. Yo le cierro con otra pregunta: ¿A qué más puede aspirar un técnico?
- La cautela actual de Bilardo, ¿se debe a su consejo?
- No, lo que ocurre es que lo han olvidado. Antes era el eje de toda provocación, pero también en esto la gente se aburre y al final lo dejaron tranquilo. Bilardo es un caso excepcional como hombre y como jugador. BILARDO NO PUEDE FALTAR NUNCA PARA QUE ESTUDIANTES RINDA TODO LO QUE PUEDE.
- La defensa estuvo algo floja en el segundo partido con los chilenos, sobre todo en el primer tiempo. ¿A qué se lo atribuye?
- A que se enloquecieron siguiendo a sus marcas. Si se cruzaba el puntero derecho allá iba el marcador con él, y si el nueve se tiraba a la izquierda hasta allá lo iba a buscar el zaguero central. No se puede entrar a la cancha y hay que esperar el intervalo para dar las instrucciones. La enmienda era sencilla y así solucionamos el problema en el segundo tiempo: había que marcar en zona y todo arreglado. Esperar en un sector al que viniera por allí sin perseguir a nadie. Eso fue todo.
- ¿Alguna circunstancia especial vive en el orden íntimo ante esta final de Libertadores?
- Sí, pero solo en el terreno de la anécdota. Tres meses antes de que me contratara Estudiantes estuve a punto de incorporarme a Nacional. Viajé a Montevideo con el doctor Garbarino, mi asesor, y no llegué a un acuerdo por una diferencia de cinco mil pesos uruguayos. ¡Lo que son las vueltas del fútbol! Ahora me toca enfrentar al club uruguayo en una final de América. Curioso, ¿no?
- ¿Se siente definitivamente optimista?
- Desde luego, y por una simple razón: Mis jugadores no aflojan en ningún terreno, tienen la culpa de que me sienta así. Soy optimista por ellos, porque jamás me dejaron mal parado. ¡Que le parece!
